En esta oportunidad vamos a hablar del orden que nos trae la felicidad. Hablamos desde lo sistémico del orden que tenemos en nuestra vida, existe un orden heredado, que viene de nuestra familia de origen, del contexto social, cultural y religioso. Lealtades, amor ciego, implicancias, mandatos, creencias, pueden gobernarnos de manera inconsciente a la hora de elegir.
Una persona que esté identificado con algún miembro de su sistema familiar que ha tenido una vida de escasez seguramente tendrá en primer lugar como orden heredado la Supervivencia, y luego la pareja, los hijos, ó la vocación. Y con ese orden (inconsciente) vive su vida, por lo que es probable que sea una persona avocada a su profesión, al trabajo, a cubrir sus necesidades básicas, pero que no haya formado pareja o no tenga hijos.
El chip en su cabeza dice: no hay tiempo/energía para el amor…hay que sobrevivir. Ese chip está en transparencia en su vida, por lo que andará por la vida preguntándose ¿Cómo es que soy tan bueno para mi profesión pero no para mi vida personal?
Social y culturalmente existe la creencia que la mujer se desarrolla cuando es madre. Esa idea la venimos escuchando desde que el mundo es mundo…entonces las mujeres que no somos madres, no somos mujeres? que somos? plantas?… bue, así vamos creciendo y recibiendo ese tipo de información que nos va formateando nuestra manera de ver el mundo. Entonces debo ser madre para ser mujer, si no no seré nada…y mi orden de prioridad en la vida será la maternidad, y es muy probable que no conecte con mis dones y talentos hasta que llegue a la menopausia y me agarre una crisis existencial o bien cuando me agarre la angustia del nido vacío, mis hijos se van de casa, ya “no soy” madre, que soy?
- La primer pregunta es: Vivo en un orden heredado?
- La segunda pregunta es: Cuál es mi orden?
Ayuda a responder las preguntas: indagarse sobre qué lugar le estoy dando en mi vida a la profesión, vocación, pareja, maternidad, hasta inclusive a mi mism@?
Es un desafío el encontrar nuestro propio orden y salir del patrón heredado con el cual venimos eligiendo pero es la única manera de llegar a una felicidad auténtica. Es muy probable que “tengamos que pagar un precio” por ese nuevo orden, pero…es mi vida..es mi orden!