Mandala es una palabra sánscrita que tiene como significado “circulo”. Tiene su origen en la India y es utilizado desde tiempo remotos. Su influencia ha sido tal que fueron adoptados igualmente por otras religiones como la Budista. Pero cabe destacar que los Mandalas en Hispano América también existieron, pues fueron utilizados por los Mayas y Aztecas.
Vale destacar que, el punto máximo es que elaborar y/o pintar mándalas lleva a un estado de meditación y reflexión casi inconscientemente, en donde el lado izquierdo del cerebro juega papel protagónico.
Trabajar con mandalas y meditar en ello es un poderoso instrumento que potencia la creatividad, expande la conciencia y nos reconecta con nuestro SER. Además, ayuda a mejorar la comunicación con el mundo y permite desarrollar la auto-aceptación y la auto-observación de una manera natural e intuitiva. Centra, armoniza, hace sentir paz y bienestar.
Las formas al igual que los colores, pueden ser dependiendo del estado en que nos encontremos. Como también siempre tendremos gusto por una forma en específico. Por ejemplo: Circulo: Lo absoluto, el todo, seguridad, el verdadero Yo, la ley de los ciclos.Triangulo: Se asocia con las transformación, la vitalidad. Cuadrado: Significa el equilibrio, la estabilidad, el punto medio. Cruz: Símbolo de decisiones. Se relaciona con los puntos cardinales. Espiral: Vitalidad y curación. Corazón: El amor, la felicidad, el sentimiento. Estrella: Espiritualidad, libertad, la luz del ser interior.
Laberinto: La búsqueda del centro de uno mismo. Mariposa: transformación, transición, auto renovación. Pentágono: símbolo del cuerpo. Hexágono: Unión de los contrarios.
Para conocer más sobre esta herramienta terapéutica estuvimos conversando con Claudia Galizzi.