Desde el lenguaje que utilizamos, muchas veces podemos observar como se encuentra encriptado en nosotros la estructura apropiativa vincular. Es decir, nos vinculamos, sostenidos en la creencia que nos pertenecen y por lo tanto tenemos derecho a elegir cómo deben vivir sus vidas.
“MI hijo….” “MI esposo/a..”
La propuesta es explorar como construimos el vinculo, observar sin juzgar y descubrir que trama hay detrás, para poder generar una nueva manera de vincularse.
Nuestros hijos o parejas no nos pertenecen, y aunque a veces “pensamos” que eso lo tenemos clarísimo en la conciencia, puede ser que no está en nuestra biología y seguimos reaccionando desde ese modelo vincular apropiativo, que nos lleva a un lugar de sufrimiento o frustración.
La idea es Madurar nuestros modelos vinculares, a través de la observación, aceptación y el abrirse a nuevas construcciones.